El “intrusismo médico” es una actividad fraudulenta y riesgosa. En Argentina falta una Ley de Especialidades Médicas, que delimite las incumbencias de los expertos. La cirugía estética, en el podio del problema.
Con el avance del conocimiento y la tecnología, la especialización se convirtió en una exigencia en el mundo de la excelencia médica. Sin embargo, todavía hoy en nuestro país no existe una Ley de Especialidades Médicas que delimite las incumbencias en cada área, lo que habilita a médicos sin el entrenamiento y acreditación adecuada a realizar cualquier tipo de tratamiento.
El intrusismo médico es el ejercicio fraudulento de una especialidad sin la experiencia, acreditación y certificación necesaria.
Al no estar legislado el ejercicio profesional, el intrusismo no puede ser definido como un delito hasta que no se cometa un daño, pero no deja de entrañar un peligro o inseguridad para quien se pone en manos de un profesional que no cumple con los criterios mínimos para ejercer una especialidad, en estos tiempos.
A la hora de “intrusar” una disciplina médica, la cirugía estética está en el podio de las especialidades intrusadas. Son diferentes los grados de intrusismo en la especialidad, desde el uso de tecnología médica por particulares sin supervisión médica, pasando por procedimientos mini-invasivos, hasta cirugías estéticas realizadas por médicos sin la acreditación necesaria.
Una forma de reciente intrusismo es la realización de tratamientos estéticos invasivos por parte de odontólogos que salen de la cavidad bucal para realizar tratamientos estéticos faciales sin la mínima experiencia y seguridad. En Brasil, gracias a la denuncia de sociedades médicas se han logrado prohibir estas prácticas.
Los pacientes acuden a estas consultas seducidos por publicidad engañosa, promesas de resultados mágicos, inmediatos, sin riesgos y a bajo costo.
Es muy importante recalcar, que un cirujano plástico certificado ha tenido que pasar años en programas de entrenamiento antes de alcanzar la acreditación como especialista. Eso, sumado a la continua actualización hacen que los costos sean siempre mayores a los que un médico intrusista ofrezca. Por eso también alertamos a los eventuales pacientes que sospechen de tratamientos de costo muy bajo y que ofrecen resultados sorprendentes sin informar de posibles riesgos o complicaciones.
Desde la Sociedad Argentina de Cirugía Plástica, Estética y Reparadora vemos imperiosa la necesidad de una generar una ley de Especialidades Médicas, como existe en países desarrollados, que delimite el accionar de las distintas especialidades. Además, solicitamos a las autoridades sanitarias el control de la seguridad de los diferentes tratamientos que son moneda corriente del intrusismo ya mencionados.
Estas líneas tienen el propósito de informar a la población sobre los riesgos de ponerse en manos inescrupulosas y no entrenadas, a la hora de decidir por un tratamiento estético. Las complicaciones de procedimientos que deberían ser seguros son muy frecuentes y las secuelas que dejan suelen ser difíciles de reparar.
Terminamos con nuestro consejo frente al intrusismo, #ElegiCirujanoPlastico, reafirmando los conceptos de seguridad, trayectoria y experiencia.
* Esteban Elena es médico. Presidente de la Sociedad Argentina de Cirugía Plástica, Estética y Reparadora (SACPER)
* Jorge Pedro es médico. Miembro de la Sociedad Argentina de Cirugía Plástica, Estética y Reparadora (SACPER)
Fuente: CLARIN
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