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Se trata del Linfoma Anaplásico de Células Grandes (LACG, según la sigla en español). En la Argentina, dos asociaciones científicas como la Sociedad Argentina de Mastología (SAM) y la Sociedad Argentina de Cirugía Plástica, Estética y Reparadora (SACPER) han firmado un protocolo conjunto y multidisciplinar para desentrañar el tema y que las pacientes estén precavidas e informadas sobre qué hacer

La psicosis de las mujeres en todo el mundo alrededor de las prótesis mamarias PIP de origen francés (Poly Implant Prothese) y el escándalo judicial a su alrededor – que incluyó a un grupo de casi 1000 mujeres argentinas entre las cuales la mayoría fueron indemnizadas- dejó un confuso precedente médico-judicial difícil de desarmar .

Sobre las prótesis PIP se determinó que estaban fabricadas con una silicona de origen industrial – y no médico- y que cuando explotaban en el cuerpo de las pacientes provocaban daños en la salud de la mujer, incluso hasta provocar la muerte. En el mundo los fallecimientos por esta causa que se demostraron fueron al menos 3. Pero el alcance de las afectadas abarcó a más de 20 mil mujeres en todo el globo.

Es así que ante cualquier observación o escudriñamiento sobre algún tipo de prótesis mamarias y su relación con el cáncer o daño severo a la salud el tema se reaviva, y se encienden las alarmas para los profesionales médicos, especialmente para los especializados: como los mastólogos y los cirujanos plásticos.

En la actualidad -si bien aún no hay suficiente evidencia científica – se ha asociado un tipo de cáncer, el Linfoma Anaplásico de Células Grandes  (LACG, por su sigla en español) con el uso y colocación de prótesis mamarias de tipo rugosas y/o lisas .

Infobae contextualizó el tema con dos médicos expertos en la materia. Para Eduardo González, presidente de la Sociedad Argentina de Mastología (SAM) y jefe del departamento de Mastología del Instituto de Oncología “Angel H. Roffo” (MN: 52526) “el LACG es una enfermedad tumoral de las células linfáticas muy poco frecuente y está dentro de las familias de los linfomas, y en este caso se da especialmente en las glándulas mamarias y en algunos casos se da asociado a implantes mamarios”.

Hay que señalar sobre el LACG para no despertar pánico que puede ocurrir en diferentes partes del cuerpo, incluidos los ganglios linfáticos y la piel. Aún es una enfermedad que demostró tener muy baja frecuencia  y se ha descripto también en pacientes con implantes de cadera y también en implantes dentales.

“Estamos hablando en la actualidad de aproximadamente unas 690 pacientes con prótesis -una incidencia muy baja aún -. No se sabe realmente cuál es el motivo exacto, no hay evidencia suficiente, no hay un motivo definido, si es realmente la prótesis o en el contacto con el organismo que pueda producir esto, o inclusive si se trata de una predisposición genética de las pacientes”.

Con las prótesis hay que hacer un análisis básico, la mayoría de las prótesis que se usan hoy tienen siliconas como relleno y otras tienen solución salina; todas están cubiertas por una capa de silicona, que puede tener una superficie lisa o una superficie texturada, que se fabricó hace muchos años para lograr que las prótesis no se endurezcan, lo que habitualmente se denomina cápsula.

González agregó: “Se ha visto que las superficies texturadas tienen probablemente más probabilidades de provocar algún tipo de enfermedad, pero también está descripto en pacientes con prótesis lisas y cuando se hacen estudios que son retrospectivos, se encuentra que en muchas de las prótesis que se han estudiado no se pudo determinar ni siquiera las características que tenían”. Ante la pregunta del por qué se vincula este tipo de cáncer con las prótesis mamarias de tipo rugosas o lisas, el médico mastólogo Eduardo González precisó, “hace bastantes años atrás -desde el año ’97- se vio en un primer caso la asociación de este tipo de enfermedades – linfoma tipo LACG-  asociado a una paciente con implantes y ahí se empezó a estudiar y se vio que progresivamente aparecían más casos”.

Para el médico cirujano Esteban Elena y presidente de la Sociedad Argentina de Cirugía Plástica, Estética y Reparadora ( SACPER ) precisó a Infobae que “el Linfoma Anaplásico de Células Grandes (LACG o ALCL) ocurre en pacientes con implantes mamarios tanto rellenos con gel como con solución salina. Si bien se ha observado una incidencia mayor en implantes con superficie texturizada, también existen casos en pacientes con implantes de superficie lisa”.

“El LACG es multifactorial e implica inflamación crónica, la contaminación del implante y la formación de un bio film -gérmenes gram- que se han identificado en estos casos; también causas genéticas -hay diferencias en la incidencia de la enfermedad según las distintas partes del mundo-“.

Se necesita trabajar más para comprender los factores de riesgo de la enfermedad y aún no hay datos concluyentes. Tanto los organismos nacionales (ANMAT) como internacionales (FDA), no han retirado ni suspendido el uso de ningún tipo de prótesis .

“Hay que señalar también que este tipo de linfoma se puede presentar en una mama sin prótesis. Hay muchas líneas de investigación. La inflamación crónica alrededor del implante, con una base genética podría determinar la transformación de linfocitos T (células linfáticas) en linfoblastos (células malignas)”, reforzó Elena.

Argentina no es ajena a esta rara patología  y está trabajando de manera conjunta en la elaboración de consensos serios entre distintas sociedades.

Para crear un marco científico alrededor del tema LACG e implantes mamarios, en agosto pasado se realizó en Buenos Aires la primera reunión interdisciplinar entre las sociedades científicas de Cirugía Plástica SACPER, de Mastología SAM, de Patología(SAP), de Hematología (SAH) y de Diagnóstico por imagen para brindar herramientas de información, prevención y discernimiento sobre el tema a las pacientes.

La iniciativa del protocolo entre SAM y SACPER lo primero que rescató es una idea central sobre la salud acorde a los tiempos actuales: encarar un trabajo multidisciplinar que apunte a la prevención.

Eduardo González puntualizó : “Hoy en día no debería existir una medicina que no sea multidisciplinaria. Entre quienes hacemos cirugía plástica como los que hacemos cirugías reconstructivas, los materiales que utilizamos son similares. Todo esto sirve para una paciente que se va a hacer una cirugía de aumento mamario por estética, como para una paciente que se va a hacer una reconstrucción mamaria”.

Esta enfermedad (LACG) es de muy buen pronóstico en general, muy pocas veces se ve tumor, en general tiene muy buen pronóstico y son enfermedades que la mayoría de las pacientes se curan con tratamientos y por lo tanto tiene que intervenir otro médico más que es el onco-hematólogo, que es la persona que va a tratar a esa paciente. “Hacer esto de forma aislada es el principio de un gran error que puede traer problemas”, señaló González.

Según el doctor Elena, “los síntomas y signos de alerta que deben tener en cuenta las mujeres con prótesis ya colocadas es estar muy atentas a a la inflamación de la mama, sin ningún traumatismo que lo origine. Esto es debido a la producción de líquido seroso alrededor del implante, y se denomina seroma tardío, que se produce después del año de operada”.

Mucho menos frecuente es la aparición de una masa en la cápsula que rodea el implante o ganglios aumentados de tamaño. En todos los casos, la consulta con el médico tratante es lo que se sugiere como primer paso.

“El tratamiento de pacientes con diagnóstico de LACG -a través del diagnóstico realizado con el análisis del líquido extraído o de una punción si hay masa tumoral (menos frecuente)- consiste en la extracción del implante y la completa remoción de la cápsula periprotésica (capsulectomía completa); si hay ganglios linfáticos se extirparán para su estudio.
De acuerdo a los resultados, solo puede ser necesario control o en algunos casos quimioterapia específica”, concluyó  Elena .

FUENTE: INFOBAE